Rogelio Ramos
Luego de haberse dedicado a vender vinos en Torreón, Rogelio Alberto Ramos Medrano, hizo de la comedia su pan de cada día desde hace más de 32 años.
Luego de haberse dedicado a vender vinos en Torreón, su ciudad natal, Rogelio Alberto Ramos Medrano, hizo de la comedia su pan de cada día desde hace más de 32 años que empezó a contar chistes en las reuniones y lugares a donde lo invitaban, tal como su primera vez cuando un cliente lo contrató para que hiciera de las suyas en un establecimiento.
Sin darse cuenta, causar risa con su manera de contar anécdotas lo llevó a dedicarse a este trabajo al que describe, “algo más que un oficio o profesión, ser comediante es una bendición, ver a la gente reír es muy adictivo, disfruto cada lugar que visito y además puedo vivir de esto, que es lo que me gusta”, comparte.
Padre de cuatro hijos y abuelo de tres nietos, la vida lo ha llenado de alegría como la que contagia en cada presentación, pero también lo ha hecho ver el su lado cruel, ese lado que debe guardarse a la hora de su presentación para mostrar su mejor versión frente al público, a pesar de las tristezas, el show debe continuar.
Sus hijos son su mayor inspiración y lo que mejor le ha pasado al paso de su carrera es que desde hace un año su hijo menor, Rogelio, es su mánager.
¿Cómo se autodescribe Rogelio Ramos?
Soy un lagunero cien por ciento y todos los laguneros tenemos un sello, me gusta estar mucho con mis amigos y desayunar siempre unas buenas gorditas.
¿Cuál es su hobby preferido?
De joven me gustaba la equitación pero lo dejé de hacer. Me encanta viajar ya sea por trabajo o por gusto, pero sobre todo, juntarme con mis amigos en el mismo restaurante que hemos ido por años.
¿Su lugar favorito de México?
Sin duda mi Torreón. Para mí no hay mejor ciudad para estar en la ciudad que nací, cada vez que puedo, aquí estoy y eso que el calorcito está cabrón.
¿Su libro favorito?
Híjole, me agarraste como Peña Nieto. Me encanta la trilogía de Francisco Martín Moreno “Arrebatos carnales”, pero sin duda el que me marcó y es mi favorito es el de “Padre rico, padre pobre”, de Robert T. Kiyosaki.
¿Qué show de comedia hace reír a Rogelio Ramos?
A mí me hace reír mucho la comedia de José Luis Zagar, seguido por Franco Escamilla y la India Yuridia, sin dejar atrás a Polo-Polo que revolucionó la manera de hacer comedia, por fortuna participé en cinco shows de su gira de despedida.
¿Cómo prepara cada show?
Yo no tengo nada preparado, cuento cosas de la vida diaria que uno exagera para causar risa, de lo que me va saliendo hago mi rutina, nunca he escrito nada, si se me ocurre algo lo digo y así va fluyendo el show con mis ocurrencias.
¿Un comediante también se llega a deprimir?
Estoy convencido que la risa es el mejor antidepresivo, sin embargo siento que nunca en la vida me he deprimido. Para pasar de la tragedia a la alegría tiene que pasar el tiempo, lo que hoy es tragedia, mañana es una anécdota más y es algo de lo que agarro para mis rutinas.
¿Qué hace llorar al comediante Rogelio Ramos?
La muerte de un ser querido. Sin duda lo más difícil de mi vida ha sido perder a mis padres y a un hermano, y me imagino que perder un hijo sería lo peor.
¿Cómo dar un show cuando un comediante se siente triste?
La frase gastada de ‘el show tiene que continuar’ es toda una realidad. La gente que va a ver tu show no sabe ni le interesa cómo te sientes, uno debe mostrar siempre su mejor versión.
¿Qué etapa de su carrera como comediante ha sido la mejor?
Desde hace menos de un año mi hijo Rogelio de 24 años empezó a manejar mi carrera y me hizo crecer exponencialmente, además me llena de felicidad porque lo veo todos los días y viajamos juntos. También me ha ayudado a organizar las funciones en Torreón y en el Lunario del Auditorio Nacional.
¿Cuáles son sus debilidades?
Aveces soy muy renegadón, impaciente e intolerable en algunas ocasiones. Hay acciones donde quisiera que todo sea como yo quiero pero sé que eso no siempre se puede.